Me encanta cocinar. Puede que a algunos os sorprenda o puede que no, pero esto forma parte de mi realidad. Me encanta saber que dependiendo con que combines las cosas pueden ser dulces o saladas; sólidas o líquidas; crujientes o blandas. Me encanta meterme un día en la cocina y probar, cambiar e intentar descubrir cómo puede quedar mejor un plato. También me encanta disfrutar buenos platos con mis amigos o mi familia. Me da igual con quien.
También me gusta Canción de Hielo y Fuego. Así que cuando descubrí a las chicas de The Inn at the Crossroads me sentí entusiasmada. Las chicas de la posada escribían un blog con las recetas que aparecían en la saga de Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Matin. Después, publicaron un libro que en seguida adquirí y devoré (No literalmente). El libro contiene recetas exclusivas y multitud de fotografías y se puede adquirir en la mayoría de librerías especializadas por 22 €.
¿Y a cuento de qué viene todo este rollo? Muy sencillo: la unión de estas tres cosas que me encantan da lugar a un evento anual llamado "Festín de Hielo y Fuego". No, no soy nada original, pero la comida sale rica.
"¿Crees que nos podemos permitir que se desarrolle el mundo en vías de desarrollo? ¿Crees que hace veinte años podríamos haber sobrevivido al surgimiento de una superpotencia china moderna y articulada? ¿Crees que podríamos permitirnos una África llena de países dirigidos por líderes inteligentes e incorruptibles? [...] Imagínalo un momento: toda la población con enseñanza, sanidad, seguridad, aspiraciones... Derechos para las mujeres, por Dios.... No podemos permitírnoslo, ¿Quién se encargaría de absorber el excedente de comida subvencionada? ¿Quién nos suministraría la mano de obra y la materia prima baratas? ¿Quién almacenaría nuestros residuos nucleares y equilibraría nuestras pasadas con el CO2? ¿Quién nos compraría las armas? [...] Una clase media con estudios no quiere tirarse once horas al día inclinada sobre una máquina de coser; no va a trabajar en arrozales y plantaciones de algas marinas hasta reventarse los pies; no va a vivir junto a un reactor atómico sin protestar."
Una es una humilde lectora nivel medio, no soy crítica literaria ni creo que tenga que serlo. Solo una persona con una opinión. Si os interesa un poco, seguiréis leyendo el post. No esperéis nada alternativo, ni cool. Soy yo, lectora, recomendando cosas que he leído. Como ya he dicho, no es una crítica, así que no la toméis como tal. Empezamos:
La primera película que me dio miedo de verdad fue Pesadilla en Elm Street. Yo tenía unos 7 años y el hermano de una amiga la veía en el salón. Sentí pánico al ver esa cara derretida y quemada. Aún viéndola tiempo después no ha dejado de inquietarme.
Desde los políticos a tus propios amigos, hay un fenómeno muy extendido: gente que te dice lo que quieres oír. No estoy diciendo que esa gente te mienta, pero dicen algo para que tú te sientas bien. Y lo hacemos desde siempre. Nuestros padres y familiares nos protegen cuando somos pequeños. Nos reconfortan.
Te maquillan los golpes con palabras bonitas, generalmente de apoyo, de ánimo, de halago... Es el síndrome de "Qué guapa estás con el nuevo corte de pelo". Nos pasa a todos; yo, como siempre, me incluyo. Cuando alguien te cae bien, es muy difícil pensar en herir a esa persona. Así que - siguiendo el ejemplo de antes - cuando alguien se corta el pelo, se tiñe o lo que sea y esa persona te cae bien, asumirás que ese corte de pelo es bueno. Pocas veces he oído a una amiga decir a otra "Ese tinte te queda fatal". Pero... ¿Es malo esto?
Ayer fui a ver dos películas al cine. En ese aspecto estoy que lo tiro, llevo 9 en menos de un mes. Probablemente más cine de lo que veo en cuatro o cinco meses normales, pero con la excusa de la fiesta del cine, el 2x1 de Yelmo y que hay mojitos implicados, he sacado más ganas de ir. La primera película que vi ayer fue Don Jon y es de la que más me apetece hablar así que: empecemos.
Se trata del estreno de Joseph Gordon-Levitt como director y no me decepcionó. Don Jon es una película fresca, divertida y que da que pensar. El guión, de Gordon-Levitt, me pareció divertido, pero también muy pensado para que no sea solo entretenido y salgas del cine reflexionando. Las actuaciones de los tres protagonistas están muy conseguidas. Scarlett Johansson lo borda papel de princesa - un poco choni - de la noche. Por princesa de la noche me refiero a una de esas chicas impresionantes que van de discoteca en discoteca, buscando un príncipe azul llevando vestidos ajustados y seduciendo a todo lo que hay, y que luego son completamente demandantes, porque son princesas y se merecen lo mejor (he conocido a alguna chica así y en realidad son bastante divertidas). Julianne Moore tiene un papel algo más pequeño, su personaje no está tan dibujado como el de los otros dos protagonistas, y nos lo presentan más tarde, pero es fantástico; cada minuto que está en escena, resulta refrescante. Y Joseph... (He de aclarar que tengo debilidad por este chico, por lo que puede que no sea muy imparcial), pero Joseph está increíble. Todo el guión gira en torno a su personaje y vemos la evolución del mismo. El protagonista, Jon, es italoamericano y hay momentos en el film en el que, el actor, tiene hasta ese leve acento americanizado que se escucha entre las segundas o terceras generaciones de italianos nacidos en norteamérica. Pero el filme no es solo la evolución de Jon, también habla de las relaciones, de las personas y de cómo estas nos hacen cambiar.
Curiosamente siempre he mantenido que cuando tenemos una relación con alguien, - no necesariamente de forma romántica - ambas personas experimentan un cambio. Tal vez notemos una pequeña transformación en nuestra actitud, una nueva determinación, una forma de pensar diferente. En mi caso, tengo claro que las personas de las que me rodeo hacen que sea como soy. Que ser yo no es algo que dependa solo de mi. Puede que muchos de vosotros os escandalizáis con esto. Parecemos educados en la creencia de que tenemos que ser nosotros mismos y que no es buena idea evolucionar. La de veces que habré escuchado "Sigo siendo el mismo" "No he cambiado en años", como si fuese motivo de orgullo. Yo, en cambio, creo que es muy necesaria esa metamorfosis. Creo, que si no dejas que el resto te cambies, no podrás crecer como persona. Yo voy a seguir siendo yo, pero el ser humano es un ser social y, ya que nos relacionamos, es mejor dejar que esa persona entre de verdad en tu vida, para ver que puede aportar. Dejar fuera a alguien es vivir a medias lo que esa persona puede darte. Y por supuesto que nos da miedo, pero quien no arriesga, no gana.
Volviendo al tema con el que he empezado: Don Jon. Recomiendo ir a verla, pero intentad ver más allá del tipo chulo al que le importan cuatro cosas en la vida, que conoce a una princesa y se enamora. Intentad verla más allá de la relación entre los protagonistas. Escuchad los motivos que da el protagonista para que le guste más el porno que el sexo real. Puede que para él, esa sea su vía de escape, pero todos tenemos la nuestra. Así que intentad ver más allá de lo que se ve en la superficie de la cinta y escarbar un poco, creo que os puede sorprender.
Gracias a El Palomitrón y Warner Bros España, el lunes pude disfrutar del Fan Event de "El Hobbit". Os dejo un enlace a la crónica del evento en la siguiente imagen.
Ese fenómeno, por el que aquellos que conocieron un libro, una serie, un cómic, una película, un videojuego, antes que otros, y se creen mejor que esos primeros es a lo que yo llamo esnob friki.
No os dejéis engañar, todos tenemos un poco de esnobs. Levantamos la voz cuando alguien dice que le gusta mucho Walking Dead y añadimos con orgullo "Yo es que ya leía los cómics". Como diciendo: "Antes de que molase, yo ya lo conocía, pero ahora ya no mola". Porque además el esnob tiende a renegar de aquello que antes idolatraba en cuanto se vuelve un producto de masas. "Yo antes sí leía Canción de Hielo y Fuego pero es que ahora... ". ¿Ahora qué? ¿Es peor que cuando lo leíste? ¿Por qué? ¿Por qué lo lee más gente? No sabéis lo tontos que parecemos cuando dejamos de disfrutar con algo que nos encantaba solo porque se ha vuelto de popular.
Pero no creáis que el friki es el único lugar en el que se sufre este fenómeno. En el mundo musical pasa mucho. Parece, que el demostrar que conocemos algo desde antes que el resto, nos hace mejores. Yo misma peco mucho de ello y sin embargo me da mucha rabia esa actitud. El "Odio que los canis que compran en Bershka lleven puestas camisetas de Superman cuando no saben ni lo que es". Pues peor para ellos, ¿Y a ti qué más te da? ¿Superman te da ingresos por cada camiseta que no compre un cani? ¿Vas a hablar mucho con uno de ellos? Vive y deja vivir.
Halloween, una fiesta de origen pagano en el que los niños - y no tan niños - se disfrazan con el primordial objetivo de asustar y conseguir chucherías. Dos nobles objetivos desde mi punto de vista. A pesar de que ya no era una niña cuando empecé a celebrar la fiesta, sí recuerdo tétricas tradiciones cristianas alrededor del 1 de Noviembre:
Los llamados "huesos de santo", unos dulces deliciosos aunque con un nombre un tanto desafortunado.
Las visitas a los cementerios y si sois de pueblo...
El día de la limpieza de lápidas. Que como siempre he dicho: Si el muerto está muerto, ¿Para qué mantener limpio su morada eterna?
Las flores fúnebres. Yo asocio siempre los gladiolos con la muerte. No he podido mirar esas flores de otra manera.
Y, aunque suele ser alrededor del día 11 de Noviembre, San Martín. La matanza del cerdo.
¿A dónde quiero llegar con esto? A que siempre ha habido algo lúgubre alrededor de esta fiesta. Nunca me ha llegado a parecer algo alegre por muchos disfraces o dulces. Así que mantengamos las cosas como están. Iba a poner un típico listado de cosas que hacer en Halloween, pero la mayoría de vosotros estaréis pensando en un disfraz de putilla que ver/poneros, así que simplemente diré, que pocas películas me han causado tantas pesadillas como "Dentro del Laberinto". Tenía dos años cuando me la pusieron por primera vez, y aún hay un par de cintas grabadas con mis reacciones a David Bowie. Por si no fuera suficiente, tiempo después nació mi hermana y tuve auténtico terror de que se la llevasen.
Así que ahí va mi recomendación: Empezad a disfrutar con las películas/libros/historias de miedo, están para que os aterroricéis, no para que os riáis de ello. El objetivo de todas esas cosas, es crear intranquilidad en la persona. Intentad disfrutar de esas cosas como si fuesen posibles. No como si fuese una película llena de malos efectos especiales, o un libro de ficción. Intentad meteros dentro de la historia de forma que os atrape, que os inquiete, que os llene. Dejaos de prejuicios. Dejad de pensar si esa sangre es falsa, si el protagonista es idiota o si vosotros pensáis que todo es una chorrada. No hay nada más aterrador que dejarse atrapar por una situación que escapa de nuestro control. Si ves/lees/escuchas terror para reírte, nunca disfrutarás realmente de él.
Esta noche, y a la espera de empezar Híbridos y Engendros, voy a recomendar que leáis otra historia corta de George R.R. Martin (Incluida en Luz de Estrellas lejanas): La Salida a San Breta. Como no quiero desvelar nada del argumento, solo diré que es perfecta para esta noche. No es muy larga y tampoco va a hacer que os queráis quedar en casa, así que podréis disfrutar de vuestros disfraces.
Cuando, jugando al Zelda, estaba mal de rupias, con la vida de aquella manera, y harta de completar puzles imposibles, solía ir al Rancho Lon Lon. Allí, por una canción con la ocarina, conseguías leche mágica gratis. Bien, este es mi Rancho Lon Lon particular. Mi intención es escribir cuando pueda o lo necesite sobre lo que me de la gana.
Esto no es un blog de Zelda. Es un blog personal. Porque, a veces, twitter no es suficiente.
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